América Latina, en la mira global por su enorme potencial de mercado en tecnología
En los últimos años, la región ha demostrado con creces a la industria de tecnología su enorme potencial de mercado. En ella confluyen factores que hoy la hacen más estratégica que nunca. Sin duda, es el momento latinoamericano.
Las multinacionales de tecnología, en su búsqueda permanente de mercados para vender sus productos y servicios, y en medio de una competencia feroz, encuentran en América Latina una tierra fértil y próspera. En un mundo proclive a la recesión y a las crisis económicas, la región surge hoy como un verdadero oasis en donde cualquier compañía del sector quiere y debe estar.
No en vano, sus países parecen avanzar hoy contra la corriente pues ofrecen al inversionista un entorno macroeconómico favorable, a diferencia de las grandes potencias globales que atraviesan momentos complejos y por qué no decirlo, difíciles. Además, garantizan niveles de población altos y muy especialmente, dado su mayor poder adquisitivo y la menor penetración de la tecnología en sus territorios, oportunidades de crecimiento únicas.
No obstante, habrá que hacer las cosas muy bien para entrar y ser exitoso. Porque Latinoamérica es un mercado ávido de innovación; pero en esa misma proporción, exigente. El momento para invertir es ahora, y marcará en gran medida la competitividad y sostenibilidad futura de muchas empresas globales de tecnología. Quien lo haga, debe saber que asume retos enormes pues su oferta tiene que ser de primer nivel.
De hecho, es vital que lo construido y por construir sea sostenible, pensado en grande y a largo plazo, para así contrarrestar los ciclos económicos oscilantes, de grandes subidas y bajadas, que históricamente han caracterizado a esta región; y más bien, en esa línea, construir ciclos económicos muy estables, de gran desarrollo y que generen círculos virtuosos positivos de retroalimentación económica.
En América Latina hoy en día hay un número creciente de corporaciones y países del mundo interesados en hacer inversiones, y desde ya se adelantan grandes proyectos de toda índole. Por ejemplo, si la comparo con el sur de Europa, de donde vengo, veo en este contexto una región mucho más dinámica y con gran potencial en muchas áreas y segmentos del mercado. Con una característica fundamental, y es ser una región donde hay muchas posibilidades de desarrollo social; no solamente económico, sino también social.
Por tanto, los gobiernos que sepan poner la tecnología al servicio del desarrollo de sus países, lograrán ahora y hacia el futuro mejoras inimaginables en la calidad de vida de sus gentes. El espacio y la oportunidad están dados.
En mi opinión, el momento latinoamericano da para tomar decisiones trascendentales en cuanto a inversiones tecnológicas físicas, las cuales deben promover en primera instancia la innovación, como efecto diferenciador y factor de incremento en la productividad; ambos elementos, a su vez, conllevan a mayores índices de competitividad que sólo pueden dar como resultado una sociedad más efectiva y eficaz, y el desarrollo social que tanto necesita esta región.
Las inversiones en América Latina deben mantener un perfecto equilibrio entre las que son destinadas a obras de infraestructura tradicionales, como carreteras y demás, y las de tecnología, entre las cuales se destacarán sin duda aquellas que tengan que ver con la red de comunicaciones y su papel fundamental como plataforma básica para desarrollar las aplicaciones de nueva generación.
Dichas aplicaciones tienen que facilitar el establecimiento de modos de colaboración avanzados entre comunidades, para que éstos a su vez hagan incrementar la innovación y mejorar la eficiencia y la efectividad en todos los procesos asociados al devenir empresarial e incluso, al que tiene que ver con el sector público.
Es muy importante priorizar este tipo de inversiones y que no queden relegadas a un segundo o tercer plano, sino que sean parte central de la estrategia de desarrollo en la región. En Cisco, por ejemplo, tenemos muy claro que Latinoamérica es prioridad.
La prolongación del cuarto de hora latinoamericano dependerá mucho de las inversiones actuales en tecnología –y en especial, en telecomunicaciones- y del apoyo gubernamental que éstas reciban. El interés que despierta la región en las empresas del sector es señal inequívoca del cúmulo de oportunidades que encarna esta parte del mundo, y que en términos de las sinergias público-privadas que pueden generar, sólo tendrá ganadores.
*Por Jordi Botifoll, Presidente de Cisco para Latinoamérica, responsable desde agosto de 2012 del desarrollo y ejecución de las estrategias de la compañía para impulsar el crecimiento a través de toda la región.