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eLearning: impacto en las PyMEs

Ciudad de México 9 de mayo de 2016. — Silikn Networks, a través de la iniciativa Silikn F-Project y el Centro Digital de Periodismo de Investigación dieron a conocer el impacto que tiene el e-Learning (Educación a Distancia) en las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs).

Ya que el Centro Digital de Periodismo de Investigación tiene como objetivo realizar estudios para identificar la forma en la que tecnología puede contribuir a resolver los problemas actuales de la humanidad, realizó un análisis acerca de las ventajas que representan para las PyMEs tener acceso a la capacitación y educación vía remota.

“Probablemente el factor más determinante en cuanto a la influencia que ejerce en el desarrollo de la tecnología para el aprendizaje en las PyMEs, es la actitud de los directivos. Con respecto a la formación, los métodos que siguen los directivos para evaluar las necesidades de sus empresas son diversos y, en ocasiones, no siguen un patrón, ya que en la mayoría de la veces cubren una necesidad de capacitación de forma rápida (porque el proyecto y la capacitación ya están en puerta), sin llevar a cabo un análisis previo de la necesidad real de capacitación y la definición de estándares para el acceso a la información. Además, la mayoría de las PyMEs carecen de formadores internos que estén calificados”, señaló Víctor Ruiz, fundador de Silikn.

Muchas PyMEs desean distanciarse de las instituciones y de la educación institucional. A pesar de una tendencia a la flexibilidad en la formación profesional, las instituciones que imparten este tipo de formación en general todavía no logran satisfacer las necesidades de este sector. Los directivos a menudo no buscan una formación «justo a tiempo» sino «de última hora». Para poder ofrecer esto, se necesitan materiales de aprendizaje y métodos flexibles que puedan proporcionar esta formación. Las tecnologías y los procesos actuales de desarrollo y distribución de materiales plantean problemas. Por otro lado, las PyMEs desean ahorrar dinero o no cuentan con un presupuesto para este fin: son muchas empresas las que afirman no poder seguir costeando la formación presencial. Por lo tanto, perciben el e-Learning como una forma potencialmente económica y eficaz de formación de última hora.

A pesar de todo, diversos estudios han demostrado el escaso apoyo que proporcionan los directivos para la introducción del e-Learning. Y lo que resulta aún más sorprendente: demuestran que las PyMEs o sus directivos apenas fomentan el desarrollo del e-Learning en su propia empresa. Aparentemente el uso del e-Learning no parece ser una cuestión primordial para las redes en las que participan las PYMES, esto debido a que desconocen los procesos, metodologías y análisis que se hacen de manera previa para la posible adopción de una solución de e-Learning, además del poco conocimiento sobre el nivel de aprendizaje que se obtiene a través de una capacitación en línea comparado con una presencial.

La falta de contenidos

El acceso a los materiales de aprendizaje es un aspecto fundamental en el desarrollo y la implantación del e-Learning en las PyMEs. En México hay una gran carencia de contenido educativo que proceda de fuentes confiables y con respaldo de alguna institución educativa o empresa de capacitación profesional. Además de que en la mayor parte de las PYMES no cuentan con un repositorio o portal de información que permita el acceso rápido al conocimiento, en la mayoría de los casos solo cuentan con manuales diseñados con un enfoque que es relacionado a la dependencia de un instructor y no con teorías y metodologías probadas que aseguran en mayor porcentaje la adquisición del conocimiento.

Los programas y materiales de aprendizaje suelen abarcar el ámbito de las tecnologías, sobre todo el uso de paquetes de software estándar (por ejemplo, Office de Microsoft), de las actividades de gestión (como liderazgo, marketing o ventas) o de la enseñanza de idiomas. Aparte de esto, la oferta es muy limitada. Evidentemente, este material se dirige básicamente a técnicos, profesionales y personal de administración (o empleados de oficina).

La situación se agrava aún más en México, debido a que muchos de los contenidos son en inglés. La mayor parte de los estudiantes de formación profesional (y alumnos dentro de las PyMEs) necesitan materiales en su propio idioma. Existe un debate creciente sobre la globalización y la localización de software y de material de aprendizaje. La traducción de estos materiales a diferentes idiomas no es una tarea técnica sencilla, sino que implica importantes adaptaciones culturales.

Nuevos paradigmas

El verdadero reto consiste en dejar de pensar en términos de los paradigmas existentes de aprendizaje y de e-Learning.

Un nuevo paradigma que convendría abordar es la naturaleza del conocimiento informal (o tácito) frente al conocimiento formal. Hasta ahora, el e-Learning se centraba en el aprendizaje formal y en la reproducción de cursos tradicionales a través de medios digitales. No obstante, la mayoría de los estudios realizados sugieren que, al menos para los trabajos especializados, el conocimiento tácito es el más importante en el ámbito de las PyMEs. La cuestión es cómo se pueden utilizar los sistemas y las arquitecturas del e-Learning para favorecer el desarrollo de conocimientos tácitos o informales y para compartirlos.

Un segundo punto que hay que tener en cuenta es la tensión existente entre el aprendizaje individual, que el e-Learning tiende a favorecer, y el carácter social de la enseñanza más tradicional. La dimensión social se ha reconocido como un importante motivador e impulsor para muchos alumnos; un entorno social positivo puede mejorar la eficacia del aprendizaje, además de permitir una gama más amplia de metodologías.

En tercer lugar, si desarrollar nuevos conocimientos y poder compartirlos son cuestiones de futuro importantes para las PyMEs y si el e-Learning, o mejor dicho, los recursos electrónicos deben ser un medio para conseguirlo, debemos analizar la naturaleza de las interacciones en el e-Learning y desarrollar nuevos procesos, soluciones y estrategias de comunicación efectivas que motiven al individuo a acceder al conocimiento a través de las tecnologías de información. Esto requiere un cambio de tendencia hacia un nuevo paradigma de formación continua que se base en la aplicación de nuevos principios de trabajo.

En cuarto lugar, y quizá el más importante, se encuentra la cuestión de cuál es el problema que el e-Learning está intentando resolver. ¿Es benéfico para las PyMEs en la fase actual de desarrollo técnico y pedagógico? Es evidente que las PyMEs utilizan la tecnología para acceder a la información, pero consideran este proceso como algo muy distinto de contratar «cursos» de e-Learning. Algunas PyMEs creen que necesitan el e-Learning, pero no saben exactamente para qué. En muchos casos se ven arrastradas por la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías de la información, pero la falta de integración con el e-Learning y el bajo nivel de investigación e innovación que tienen las áreas de Recursos Humanos y Capacitación acerca de las nuevas tendencias y tecnologías está frenando su progreso.

Por último, una cuestión aparte es cómo convencer a los propios empleados, más que a sus jefes, para que utilicen las nuevas tecnologías de aprendizaje y cómo conciliar las necesidades de aprendizaje individuales con las colectivas. Es decir, ¿cómo podemos resolver la paradoja de proporcionar placer, sustentabilidad y beneficio al mismo tiempo?

Recomendaciones para PyMEs

1. Fomentar las culturas de aprendizaje: La cuestión más crítica es fomentar una cultura de aprendizaje en las PyMEs, lo cual conlleva emprender acciones para implicar a una mayor variedad de actores, así como a las propias PyMEs. Se trata de una estrategia a largo plazo, pero sin la cual no podría tener éxito ninguna iniciativa basada en el e-Learning.

2. Movilizar a los directivos de las PyMEs: Dentro de este enfoque, es especialmente importante movilizar a los directivos de las PyMEs a través del desarrollo y el apoyo de redes sectoriales, regionales y de aprendizaje con el objetivo de vislumbrar los alcances y beneficios del e-Learning,

3. Prestar especial atención al desarrollo organizacional: El e-Learning no debe considerarse un problema o un objetivo en sí. De hecho, el enfoque actual, centrado en el aprendizaje y la formación, incluso puede resultar poco útil, sobre todo en vistas del carácter vago e impreciso de los discursos sobre la formación continua. El e-Learning debe abordarse en el contexto del desarrollo organizacional, incluyendo un mayor apoyo a las PyMEs para la introducción de nuevas formas de organización del trabajo y de nuevas tecnologías en el centro de trabajo que permitan la alineación de los objetivos estratégicos con los procesos de trabajo.

4. Dar soporte a las redes como nuevo paradigma de desarrollo: Las redes deben considerarse un nuevo paradigma de desarrollo. El modo en que los responsables políticos y de planificación enfocan actualmente el aprendizaje todavía refleja un «modelo de la era industrial», donde la formación continua se considera simplemente «más de lo mismo para más gente».

5. Desarrollar un enfoque diferenciado: Este nuevo enfoque debe estar más diferenciado culturalmente («la talla única no es la adecuada para todo el mundo»). En lugar de adoptar una perspectiva general en la introducción del e-Learning en las PyMEs, es preciso que se reconozcan las diferentes necesidades de los distintos sectores y las distintas regiones. Para esto es necesario adoptar un proceso consultivo que permita visualizar las necesidades de capacitación y aprendizaje de las entidades participantes.

6. Identificar los desencadenantes de cambios: Es importante identificar los distintos factores desencadenantes que actúan como catalizadores de cambios y que favorecen una cultura de aprendizaje. Éstos varían con el tiempo según el sector y la región. Una vez identificados, se necesitan estructuras que emprendan acciones inmediatas a corto plazo para aprovechar las oportunidades.

Por ejemplo, sería benéfico apoyar más proyectos pequeños basados en comunidades de práctica y que se ejecutaran de forma más intensa en periodos de tiempo más cortos. Éstos deberían centrarse en el aprendizaje basado en el trabajo, y no en impartir cursos a distancia ni en aulas virtuales, y deberían tener como objetivo el desarrollo y el aprovechamiento de procesos de aprendizaje informales. En lugar de recurrir a materiales de aprendizaje externos para ofrecer programas de formación, los desarrolladores o formadores deberían centrarse en los empleados de las PyMEs como proveedores (o transmisores) de conocimiento.

En conclusión, consideramos que el desarrollo de competencias en las PyMEs depende de los conocimientos, la experiencia y las actitudes de los propios empleados de las pequeñas y medianas empresas.

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