El contador como socio estratégico: la evolución necesaria para crecer en 2026
Las empresas en México buscan mayor claridad financiera y apoyo en decisiones clave. Esto está redefiniendo el papel del contador dentro de los despachos y las empresas.
Ciudad de México, 26 de diciembre de 2025.— El rol del contador en México está cambiando. Las empresas se encuentran en un punto en donde el cumplimiento de las obligaciones fiscales se ha convertido en un pilar fundamental para su crecimiento, ya que la información contenida en cada reporte, representa inteligencia de negocios clave, que puede guiarlos hacia la expansión. Esta expectativa abre un espacio claro para que la profesión contable dé un paso hacia funciones con mayor impacto en la gestión y el crecimiento financieros.
Datos del INEGI, a través del DENUE actualizado en 2025, muestran que 97.3 % de las unidades económicas del país son micro, pequeñas o medianas empresas. Aunque este dato describe al entorno empresarial, también evidencia un punto relevante para los despachos contables: la mayoría de los negocios opera sin áreas internas especializadas en análisis financiero y, por lo tanto, recurren a su contador para obtener respuestas más completas, no solo registros o declaraciones.
La digitalización también está modificando las expectativas de los clientes. De acuerdo con la OCDE, México registra avances importantes en adopción de soluciones tecnológicas dentro del sector Pyme, lo que genera una mayor disponibilidad de información operativa y administrativa. Para los despachos, esto implica trabajar con datos que deben procesarse con rapidez y mantenerse actualizados para generar valor real.
El volumen de información fiscal es otro factor determinante. Según el SAT, de enero a octubre de 2025 se emitieron más de 28.5 mil millones de CFDI, cifra que hace evidente la necesidad de contar con sistemas que permitan revisar, ordenar y relacionar esa información de forma eficiente.
Durante el ejercicio 2024, el SAT envió más de 17 millones de requerimientos. Si consideramos que en México hay alrededor de 5 millones de empresas, estamos hablando que cada una de ellas recibió alrededor de 4 requerimientos durante el periodo. Sostener este nivel de carga de manera manual incrementa el riesgo de errores y limita el tiempo disponible para tareas de análisis.
Para atender esta demanda, las empresas y sus contadores pueden recurrir a herramientas tecnológicas enfocadas en la gestión administrativa que faciliten la labor diaria y que, más allá de un socio operativo, los posicione como un estratega del que parte la inteligencia requerida para un crecimiento sostenido y sistemático. En México, el portafolio de Siigo Aspel ofrece soluciones que automatizan funciones esenciales para los contadores: COI apoya el control contable y la generación de información financiera; NOI atiende el manejo de nómina y obligaciones laborales; SAE integra ventas, compras, inventarios y cuentas por cobrar, lo que da una visión más ordenada del negocio, permite a los negocios operar en paralelo a las disposiciones vigentes y garantizar el cumplimiento normativo del SAT. Las características de cada sistema pueden consultarse en https://www.siigo.com/mx/.
Al disponer de procesos automatizados y datos más consistentes, el contador puede enfocarse en actividades que requieren criterio profesional: interpretación de cifras, elaboración de proyecciones, evaluación de riesgos y acompañamiento en decisiones que inciden directamente en la operación del negocio. Este cambio está fortaleciendo la relación entre despachos y empresas, y marca una vía clara de crecimiento para 2026.
La profesión contable en México vive una etapa de evolución en la ha pasado de presentar declaraciones y mantener los registros al día a convertirse en un guía que detecta oportunidades de ahorro, previene riesgos y, sobre todo, traduce la información contable y la convierte en valor estratégico para la toma de decisiones financieras y operativas.
En resumen, el contador se está convirtiendo en una verdadera palanca de crecimiento para las empresas. Los despachos que integren herramientas digitales y orienten su trabajo hacia la consultoría estarán mejor preparados para responder a lo que el mercado ya demanda y para consolidar un papel estratégico dentro de las organizaciones que atienden.
