Cómo liderar la transformación de los negocios con ayuda de las aplicaciones y de la Inteligencia Artificial
Las nuevas tecnologías exigen nuevas estrategias de liderazgo. Cristian Morúa, de F5, detalla cómo los managers deben navegar la complejidad híbrida y la falta de habilidades para construir organizaciones ágiles en la era digital.
Por: Cristian Morúa, Field Marketing Manager de F5
En los últimos dos años fuimos testigos de un cambio radical en el mundo empresarial. Lo que antes eran meras herramientas de apoyo, como las aplicaciones digitales y la inteligencia artificial (IA), ahora son los motores principales que impulsan tanto los ingresos como la eficiencia del producto.
Con el tiempo son cada vez más los líderes que eligen sumar estas tecnologías a sus ambientes laborales. El reciente Informe “State of Application Strategy 2025” de F5 revela una estadística contundente: el 93% de las organizaciones a nivel global generan ingresos a través de aplicaciones. Un salto de calidad desde un modesto 21% en 2023.
En América Latina, y en particular en Argentina, las empresas consolidaron a la aplicación como su principal canal de interacción e ingresos. Uno de los grandes aliados en esta revolución fue el uso masivo de la IA, que más allá de los chatbots, fue capaz de mejorar la personalización, acelerar procesos y generar nuevas fuentes de valor. Otro gran catalizador fue la exigencia del consumidor moderno por soluciones simples y disponibles desde cualquier dispositivo.
Actualmente las organizaciones implementan modelos de IA para apoyar decisiones de línea de negocio y potenciar la productividad de los empleados. En nuestra región se usan para mejorar el rendimiento de sus aplicaciones, detectar fraudes, personalizar ofertas, automatizar respuestas y anticiparse a errores.
Con el terreno digital allanado, ¿Cuáles son los retos que tienen de aquí en adelante las compañías y sus encargados?
Hacia una Vanguardia Digital
Sectores como servicios financieros, comercio, salud, transporte y educación están liderando este avance. Hemos visto a muchas empresas rediseñar por completo su estrategia digital, algunas naciendo directamente en ese ámbito y otras reinventándose para ofrecer productos, servicios o atención directamente desde una aplicación.
Los servicios que ofrecen por este medio son cada vez más sofisticados: desde el seguimiento de tratamientos y acceso a historiales clínicos en salud, hasta rutas de aprendizaje personalizadas en educación, o promociones en tiempo real y respuestas instantáneas al comportamiento del usuario en el comercio. Todo esto es posible gracias a tecnologías que permiten observar y optimizar el funcionamiento de la aplicación en tiempo real, elevando la experiencia y la eficiencia operativa.
Por supuesto, esta transición tuvo sus desafíos para las organizaciones que tradicionalmente no generaban ingresos de esta manera. Tuvieron que reorganizar procesos, repensar la llegada al cliente, invertir en tecnología y, sobre todo, aprender a operar en un entorno donde el rendimiento y la seguridad son tan vitales como el producto o servicio en sí.
En este contexto, la fidelización del cliente se convierte en un objetivo primordial. Las aplicaciones construyen lealtad cuando ofrecen una experiencia fluida, personalizada y confiable y regresan si saben que la aplicación cumple con sus necesidades. Sus desarrolladores saben que no se trata solo de marketing, sino de cuidar cada interacción y mantener esa experiencia estable incluso frente al crecimiento del tráfico o los nuevos desafíos tecnológicos.
Complejidad híbrida y operaciones tradicionales
¿Cuáles son los otros desafíos que les toca superar a los líderes empresariales y managers de aquí en adelante? El primero es la complejidad híbrida y el segundo la brecha de habilidades. El 94% de las organizaciones despliegan aplicaciones en múltiples entornos con una media de cuatro proveedores de nube pública, lo que puede generar arquitecturas complejas y, por ende, aplicaciones lentas o inestables. Simplificar esto es una tarea de gestión crítica.
Asimismo, el 60% de las organizaciones siguen inmersas en tareas operativas manuales que bloquean las aspiraciones de IA, y un 54% reporta una falta de habilidades en esta tecnología. Esto se traduce en un llamado de atención a los líderes para que inviertan en la capacitación de sus equipos. Deben comprender cómo funciona la IA, cómo entrenar modelos, integrarlos de forma segura y supervisar su comportamiento.
Las organizaciones exitosas son aquellas que adoptan estrategias integrales y confían en el potencial de la IA. La capacidad de enfrentar esta complejidad, sumada a la búsqueda de cerrar la brecha de habilidades en IA, serán los pilares que definirán una buena gestión en esta era de transformación digital.