¿Son los electrodomésticos inteligentes realmente más sostenibles?
Descubre cómo la conectividad, la inteligencia artificial y el diseño innovador se unen para ayudar a los usuarios a reducir su huella ambiental sin sacrificar la comodidad
Santo Domingo, República Dominicana – 15 de agosto 2025 – Durante años, la relación entre tecnología y sostenibilidad parecía una contradicción: más dispositivos, más consumo. Pero en la actualidad, con una nueva generación de electrodomésticos conectados e impulsados por inteligencia artificial, la pregunta cambia para plantear que lo “inteligente” no solo se trata de comodidad, sino también de eficiencia.
La preocupación por el consumo energético no es nueva. Lo que sí ha cambiado es la manera en que podemos gestionarlo. Ya no se trata únicamente de apagar las luces al salir de casa, sino de contar con sistemas capaces de optimizar su uso incluso cuando no estamos presentes. Es en este contexto donde los electrodomésticos inteligentes empiezan a destacar no solo como una tendencia tech, sino como aliados reales para reducir nuestra huella ambiental.
Tecnología que entiende el contexto
Un refrigerador que regula su temperatura en función del uso diario. Un aire acondicionado que enfría sin corrientes molestas de aire. Una lavadora que ajusta el ciclo según la carga y te avisa si olvidaste sacar la ropa. Todo eso que antes parecía futurista ya es parte de la realidad para quienes han integrado electrodomésticos inteligentes a sus hogares.
En muchos casos, la inteligencia se traduce en ahorro. A través de plataformas como SmartThings, los usuarios pueden monitorear y controlar el consumo energético de sus equipos, programar rutinas de uso eficiente, recibir alertas de mantenimiento o incluso identificar patrones de uso para reducir gastos innecesarios. Pero más allá de los datos, lo que se pone en juego es una nueva manera de habitar los espacios.
El hogar como sistema vivo
Imaginar el hogar como un sistema vivo —que se autorregula, se anticipa a tus necesidades y te ayuda a consumir menos— puede sonar ambicioso, pero empieza a ser posible con los dispositivos adecuados. No se trata de tenerlo todo, sino de tener mejor. De hacer más con menos. De elegir equipos que además de cumplir su función básica, aporten a un estilo de vida más consciente.
Por ejemplo, la nueva Bespoke AI Laundry Combo de Samsung —una solución dos en uno que lava y seca— no solo ahorra espacio físico, sino que también está diseñada para optimizar recursos como el agua y la energía. A través de su conectividad con SmartThings, es posible monitorear el consumo de cada ciclo y recibir recomendaciones para mejorar la eficiencia según el tipo de prendas o hábitos del hogar.
En esta misma línea, el refrigerador Bespoke AI French Door combina elegancia con innovación práctica: no solo mantiene los alimentos frescos, sino que incorpora funciones inteligentes como la posibilidad de cambiar el modo de enfriamiento dependiendo del uso del día, ayudando a evitar el desperdicio energético y adaptándose al estilo de vida de cada familia.
Y en climas cálidos o tropicales, donde el uso de aire acondicionado suele ser una necesidad constante, tecnologías como las del Bespoke AI WindFree™ marcan la diferencia. Esta línea de aires acondicionados elimina las corrientes de aire directas, distribuyendo el fresco de forma más suave y uniforme. ¿El resultado? Mayor confort y menor gasto energético, gracias a su eficiencia certificada y su capacidad de operar en modos de bajo consumo.
El consumo silencioso también importa
Parte de la sostenibilidad está en las decisiones que no se notan a simple vista. Un electrodoméstico que regula su uso cuando no estás, que se apaga de forma automática si detecta que no lo necesitas, o que programa sus funciones en horarios de menor demanda eléctrica, puede marcar una diferencia en el consumo mensual y, a largo plazo, en el impacto ambiental de un hogar.
Según datos de la Agencia Internacional de Energía, los edificios residenciales son responsables de cerca del 20% de la demanda global de electricidad. Reducir esa cifra implica cambios a gran escala, pero también empieza con gestos individuales: elegir mejor, conectar mejor, vivir mejor.
La tecnología no es el fin, sino el medio
Hoy más que nunca, hablar de innovación tecnológica no debería desvincularse de hablar de sostenibilidad. Porque no se trata de acumular funciones o pantallas, sino de diseñar soluciones que se adapten a las personas, al entorno y al planeta.
Y aunque todavía queda camino por recorrer, marcas como Samsung están apostando por esa transición. No solo al fabricar productos más eficientes, sino también al integrar sus plataformas y servicios para que las personas puedan tomar decisiones más informadas sobre su consumo diario.
¿Te interesa explorar cómo la tecnología puede ayudarte a vivir de forma más eficiente? Iniciativas como SmartThings y dispositivos como los de Samsung son una muestra de que un hogar más inteligente también puede ser un hogar más sostenible. Porque cuando la innovación se pone al servicio del bienestar —propio y del planeta—, cada elección cotidiana empieza a tener un nuevo significado.