Nuevo paradigma en protección radiológica: Los parámetros actuales, ¿son correctos?
Con el apoyo de la red VinTecAr 4.0 y del CEDyAT, junto a una concurrida audiencia de expertos, se llevó a cabo la presentación del “Nuevo Paradigma en Protección Radiológica del Público”. Una propuesta catalizadora y transformadora de implementación global que adelantó el argentino Diego Tellería en su paso por Buenos Aires.
“La generación global de energía eléctrica tiene un componente bajo de energía nuclear, es menos del 10%”. Según el experto en seguridad radiológica, “sería saludable llegar al menos a un 30%, disminuyendo el impacto de las energías que generan efecto invernadero, como petróleo y carbón que actualmente generan el 60% de la energía mundial”. Asimismo, a diferencia de otras energías limpias, como la solar y la eólica, la nuclear mantiene operaciones constantes y sin interrupciones, garantizando un servicio sostenido.
Sin embargo, “para que la energía nuclear se desarrolle son necesarias dos condiciones: que sea más segura y económicamente más eficiente”, afirma Tellería. Y agrega: “tenemos recursos suficientes para hacer una industria nuclear aún más segura de lo que ya es, para seguir protegiendo, y usar más eficientemente los recursos”. Este último aspecto, es lo que atraviesa el nuevo paradigma del investigador, e implica cambiar el foco: dejar de mirar dosis inciertas de radiación, evitar la especulación de riesgos y profundizar el diálogo con la población para borrar los demonios con los que actualmente carga la energía nuclear.
Tellería cuenta con más de 40 años de experiencia en la materia. Luego de ocupar cargos jerárquicos en organizaciones internacionales, incluyendo el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) en Viena, hoy desafía el status quo de la regulación nuclear internacional con un paper que se publicará próximamente en una prestigiosa revista de radioprotección en Estados Unidos.
El paradigma vigente expone serios problemas cuando se aplica a dosis muy bajas de radiación al público y promueve grandes limitaciones para el desarrollo de la energía nuclear. En este sentido, la investigación del argentino argumenta que este marco conduce a cargas regulatorias y costos operativos innecesarios sin un beneficio sanitario real, basando las decisiones en modelos de riesgo caprichosos, inciertos y extrapolados.
La propuesta central del experto aboga por un nuevo enfoque que incluye el cambio del límite actual: de 1 a 10mSv, pasando de una cuantificación de riesgos hipotéticos a la evaluación de la calidad, solidez y suficiencia de las medidas de protección realmente implementadas.
Las suposiciones sin evidencia científica que contempla el modelo actual reclaman un cambio de paradigma, dejar de lado nociones basadas en números inciertos y riesgo hipotético hacia acciones que avancen sobre parámetros de protección verificables y cuantificables.
Si bien representa un desafío en términos de regulación y aceptación, este nuevo paradigma busca mejorar la proporcionalidad de las decisiones, establecer un criterio de suficiencia de protección y facilitar una comunicación más honesta con el público sobre la inexistencia de riesgo atribuible en dosis extremadamente bajas de radiación.
Además, sugiere una evolución del sistema para construir confianza evaluando la protección real en lugar de perseguir reducciones de dosis insignificantes. Y la promoción de un diálogo más profundo sobre los riesgos y los mitos verdaderos que rodean a la energía nuclear, desalentando falsos fantasmas que hoy recaen sobre ella. Según Tellería, “el verdadero desafío para aumentar la generación de energía nuclear, no es reducir números hipotéticos, sino construir confianza en la solidez real de la protección radiológica del público“.
La presentación contó con la participación de destacadas figuras vinculadas a la energía nuclear, ex directores de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN); personal de Núcleoeléctrica Argentina S.A. (NASA); docentes especializados de la UBA, la UTN, entidades de VinTecAr 4.0; directivos y referentes técnicos y profesionales del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT), entre otros.
